Necropolítca, matar o morir

 Entender la postura política occidental necesita un poco más que pensar y reflexionar en el paradigma al que estamos no solo sometidos, sino al cual día a día alimentamos más y más, creando así un estado obeso de poder y con ganas de no solo seguir sometiendo al pueblo, sino también de asesinarlo. Pero, aquí me surge una gran incógnita, ¿todos somos blancos del gobierno?, o el mismo hace una exhaustiva búsqueda para encontrar a aquellos que su vida llega a ser, y como dice el autor "desechable". Pues ambas, si bien a lo largo de la historia se ha mostrado como el estado se muestra firme al apretar el gatillo ante su pueblo, el autor nos hace una reflexión de como estos grupos de poder también se muestran más selectivos al considerar vidas de menor valor, mediante colonialismo y racismo, donde unos pocos son el objetivo principal de un estado enfermo de poder.


Y todo esto como afecta a nivel social, pues la respuesta es sencilla, un pueblo que se desangra y no es auxiliado es un pueblo traumatizado de violencia. Quizás suene extremo o irreal, pero diario vemos noticias de muertes violentas, descuartizamientos en cárceles y una inseguridad que limita todas nuestras actividades del diario vivir, ¿y esto no es acaso culpa del estado?. Pues si, no solo al divulgarlo, sino en ocasiones también al patrocinarlo. Esto hace que tengan un pueblo con traumas sociales donde aplaudimos al inepto que captura a los mismos criminales que lo financian. 


Al pensar en estos temas me quedo con más preguntas que respuestas, ¿hay manera de salir?. La hay, aunque su coste es caro, su beneficio es alto, entender a la necropolítica como ese estado que elige quien vive y quien muere me ha ayudado no solo a cuestionarme una postura política, me ha llevado también a entender que soy parte de este estado muerto. Al muchas veces mostrar indiferencia ante la vida humana me hace cuestionarme la ética detrás del consumo. ¿Acaso no apoyamos fábricas esclavizantes?, lo hacemos diariamente y ese es un pequeño ejemplo de como fomentamos una lógica de vida, donde es fácil determinar que vida cobra mayor relevancia, la del que consume productos manchados de sangre, o la de la gente esclavizada que los hace, pues es sencillo, para este estado es más importante que el capital aumente a que la esclavitud baje. 


Entonces la reflexión con la que me quedo es pensar y cuestionarme mi manera de vivir, en como fomentamos la manera en que el estado tiene en sus manos nuestras vidas. Y me cuestiono si estoy dispuesto a hacer lo necesario para cambiar esto y no seguir alimentado al gobierno que mórbidamente se ha enfermado de poder. 




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