El Pato Donald, alegoría al consumismo

 Para leer al Pato Donald es un texto el cual inicia presentándonos el perfecto modelo de persona estadounidense, donde el conocido Tío Rico, a cargo de sus 3 sobrinos, muestra esa forma de acumular riqueza por el simple hecho de hacerlo, no muestra ni la manera de conseguirla, ni mucho menos la manera de distribuirla. Esto es el claro ejemplo de nuestro modo de vida, estudia 20 años, trabaja duro, acumula dinero, y en algún momento, cuando seas lo suficientemente viejo como para disfrutar tus ahorros, pues en ese momento serás "libre" del trabajo, pero preso del consumo y atado a los achaques propios de toda una vida de trabajo. 

Luego nos presenta la manera en que el Estado gringo nos somete, de maneras muy imperceptibles pero que siguen estando ahí, por ejemplo en tiras cómicas del Pato Donald ridiculizan protestas de trabajadores, o hacen sátira de los vietnamitas, creando así un inconsciente colectivo de superioridad. Esto pasó y sigue pasando, aún hoy en día pensamos en el sueño americano, donde migrar a un país a hacer trabajos que los gringos no quieren, resulta la utopía, porque "pagan en dólares", pero es algo más que eso. No solo trabajamos por dinero, lo hacemos también por necesidades creadas de consumo. 

Entender la postura de superioridad de los estadounidenses es a su vez entender como  hemos sido adoctrinados, creyendo que un rico (que además hizo dinero de manera sucia), por hacer unos pocos actos benéficos resulta ser un héroe, un salvador, cuando su fortuna fue amasada mediante esclavitud moderna, y pisoteando a todo aquel que haga falta. 

Pero con todo esto en mente ¿acaso somos objetivos del consumo?, pues si y no, al estar en países sometidos por un régimen superior, nuestra función principal es ser un "buen salvaje", donde lo que debemos hacer es producir a precios sumamente baratos, vender materia prima y comprar productos que su precio se eleva de manera exponencial. 

Sabiendo esto, mi conclusión es que somos víctimas de un adoctrinamiento y que salir de él conlleva tener que dejar todo nuestro paradigma de lado, crear uno propio que garantice nuestra dignidad humana y que no ponga más en riesgo nuestra realidad.